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domingo, 28 de noviembre de 2010

De por qué ser consecuente con uno mismo te puede llevar a ser un vago.

Pues mire usté, señorita, la verdad es que la tarea que usté mandó de Religión no la he hecho, pa qué le voy a engañá. La verdá es que tenía intención de hacerla, de verdá, me dije <<venga, Estrella, ponte con la tarea>>, y abrí el libro y to…¿a que el ejercicio era de buscá una cita en la Biblia? ¿Eh, eh? ¿Ve como sí? De buscá una cita de este tío…a , cómo se llamaba el “gachó”…bueno, el santo ése quiero decí, que se me ha escapao lo de tío…¡¡¡ah, sí, Pablo, san Pablo!!! Pues  eso, que yo abrí el libro pa’acé la tarea y en ese momento escuché un ruido en la cocina. Señorita, a mí me extrañó, y no me iba a quedá allí sentá haciendo la tarea tranquilamente con aquel ruido…¿y si era alguien? Así que me levanté y fui, pero era mi madre, , que se le había caído el cubo de la ropa al suelo… toda la ropa tirá en el suelo…Yo, cuando vi el “percá”, ya me quedé más tranquila, porque no era que había entrao alguien, así que me cogí un batido de chocolate de la nevera y me volví p´al cuarto, y dejé a mi madre allí recogiendo la ropa, la pobre, qué doló. Entonces fue cuando cogí la Biblia pa buscar la cita…Ufff, señorita, me costó un rato encontrarla, porque mira que es gorda la Biblia, madre mía. ¿Usté se la ha leío entera? ¿Cuánto tiempo tardó el que  la escribió en escribirla? Vamo, que no le dio tiempo de hacé más en la vida y cuando la terminó de escribí se murió, seguro. Encima, mientras buscaba la cita me encontré en las páginas un dibujo de un hombre que se parecía un montón a mi tío Paco ¡¡¡y era Moisés, señorita!!! Ponía en la Biblia que el de la foto era Moisés, y yo me partía de risa, señorita, porque me imaginaba a mi tío en la misma pose que Moisés, con las tablas esas en las manos…que debían pesá un montón, señorita, ese hombre tuvo que llegá baldao…Ojú, qué punto, me harté de reir, señorita, qué punto. Bueno, pues eso, que seguí buscando, no ponga usted esa cara, que yo seguí buscando, pero de la risa me entraron ganas de ir al servicio y fui. Y cuando volví, cogí otra vez la Biblia y seguí buscando, y entonces se me cayó un papel que estaba metío en las páginas, y resultó ser del Pedro. Ojú, señorita, y usted sabe que yo lo pasé mu mal por ese niño, así que ya me quedé hecha polvo y me fui p´al salón, y me puse a la tele un ratillo, a ver si se me pasaba el disgusto con la telenovela que echaban a esa hora. Al rato, mi madre se dio cuenta de que yo estaba con la tele, y no con la tarea, y me pegó un chillío que me fui corriendo p´al cuarto otra . Y esa vé, de verdá, señorita, me dije <<venga, Estrella, ponte ya, que mañana le tienes que llevá esto a la señorita que la pobre tiene que está ya más que hasta el gorro de reñirte>>.  Bueno, pues encontré la cita y to, el “Himno al Amor” de San Pablo, ¿verdá?, pero entre el titulito y la carta que me había encontrao, no se me caía del pensamiento el Pedro, y me dio el punto de llamarlo, no sé, me dio por ahí. Total, que lo llamo, y va, y me coge el teléfono. ¿Qué voy a hacé, voy a colgá? Pues no, porque ya que ha descolgao y me van a cobrá la llamada, pues ya contesto. Y al principio, to  muy bien, y yo empecé a hacerme ilusiones otra , y entonces fue cuando le dije de ir al cine mañana, y me dijo el mu fresco que no, que estaba saliendo con la Carmela, señorita, la de 2º, y que no iba a quedá conmigo, que nosotros como amigos, que él está ahí pa lo que yo necesite, que buen rollo y que me desea lo mejó, y me colgó. Y yo me quedé hecha polvo. Me iba a ir al salón a la tele otra vé pa despejarme y quitarme la pena, y no pude porque mi madre estaba limpiando el salón y me iba a otro grito y no era plan. Entonces me propuse de verdá, de corazón, hacer la tarea, pero cuando empecé a leer eso de <<…si no tengo amor no soy nada…el amor no pasará jamás…>> y esas cosas, me puse fatá, y como usté comprenderá, yo no tenía el ánimo como pa ponerme a pensá en eso, así que dije <<mira, Estrella, tú has puesto voluntad, se lo cuentas a la señorita>>, y ya se lo estoy contando. Que no he podío porque de verdá no estaba yo pa eso, y nada, que me puede usted poner la falta de tarea, pero voluntad, lo que es voluntad, yo he puesto, ¿o no?